Museo Thyssen-Bornemisza. Se abre en una nueva ventana
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Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Lleva a la página principal

Paseo del Prado, 8 - 28014 Madrid - España

  A fondo    
   


AUGUSTE RODIN (París 1840-1917)

1.- INICIO DE UNA COLECCIÓN

Las cuatro esculturas que forman parte de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza fueron encargadas directamente al escultor por August Thyssen, abuelo del barón Hans Heinrich Thyssen, en 1905. August Thyssen encargó un total de siete esculturas para decorar el castillo de Landsberg, dando inicio de esta manera a una de las colecciones privadas más importantes del siglo XX.

August Thyssen visitó el taller de Rodin y pudo ver de cerca el trabajo del escultor al que admiraba profundamente, y en ese momento ya hablaron de las primeras obras que le encargaba: La Muerte de Atenas, Cristo y la Magdalena y La Muchacha que confía su secreto a Isis. De este primer encargo la obra que tardo más en llegar fue Cristo y la Magdadalena en 1908, la emoción de August Thyssen se ve en sus palabras al escultor: "Estoy completamente entusiasmado con esta obra maestra. El conjunto me ha causado una profunda impresión, y cada vez que lo veo no puedo dejar de encontrar en ella nuevas bellezas. En la medida que admiro sus demás obras, doy a esta la preferencia. Me siento orgulloso de poseerla".

El segundo encargo es del año 1908 e incluía las obras: El Nacimiento de Venus, El sueño, La Muerte de Alcestes y una Psique para regalar a su hijo; pero no será hasta 1911, y después de varias cartas pidiendo el envío, cuando August Thyssen reciba las últimas piezas en Alemania.

2.- LA OBRA EN PROCESO: del fragmento al conjunto.

Pensar, dibujar, modelar figuras y formas continuamente, es parte del proceso de creación del escultor. Rodin con mucha frecuencia modelaba figuras que eran abandonadas en el taller por carecer de significado en ese momento, y que pasaban a formar parte de todo un repertorio de "despojos", como los denominaba él mismo, y que más tarde eran rescatadas y pasaban a formar parte de alguna composición, en la que el significado aparecía gracias precisamente al ensamblaje de varias piezas.

En este conjunto de esculturas se reconocen figuras que ya existían y que Rodin ha reutilizado en los grupos de Cristo y la Magdalena, El sueño y El Nacimiento de Venus, de esta manera las ha dotado de un significado nuevo. Por ejemplo, la Magdalena es una figura que procede de La Puerta del Infierno conocida como La Meditación, pero que también ha estado presente en otras obras de Rodin. En El Nacimiento de Venus reconocemos dos figuras que ya existían: La Esfinge, en la figura arrodillada, y frente a ella un torso, a veces utilizado así simplemente, pero esta vez presenta la cabeza de La Mujer esclava. En El Sueño el conjunto está formado por una figura también de La Puerta del Infierno, El Dolor Nº 1 y por otra figura femenina recostada a la que se ha girado y se ha convertido en la figura del ángel.

3.- DE LA IDEA A LA MATERIA: la técnica.

Convertir una idea en un objeto y pasar del pensamiento a la materia es un proceso que el escultor afronta en varias fases. Es fundamental el ejercicio del dibujo como primera materialización de la idea; a través del dibujo el escultor empieza a ver el juego de volúmenes y formas, y a experimentar diferentes posibilidades. El dibujo no siempre era el inicio de una escultura de Rodin, a menudo la idea era directamente modelada en barro.

De la figura modelada en barro se saca un molde en yeso, a veces, esta figura en yeso es retocada por el artista o marca cambios sobre ella con grafito. El siguiente paso es marcar sobre el bloque de mármol ya desbastado , unos puntos de referencia para reproducir el modelo en yeso. Para sacar los puntos se emplea una máquina de sacar puntos y también se utiliza el compás de escultor. Estas fases intermedias son realizadas por los ayudantes de taller y finalmente el escultor se reserva el trabajo final de extraer el juego de luces y sombras en la pieza o aportarle expresión.

4.- ¿ QUÉ UNE A LAS ESCULTURAS DE RODIN DE LA COLECCIÓN CARMEN THYSSEN-BORNEMISZA?.

Aparentemente no existe entre ellas otra relación que el expreso deseo de August Thyssen de poseerlas y disfrutar de ellas en su jardín de invierno. No hay relación temática o conceptual, una de ellas es de tema religioso, otras de tema mitológico y en general todas poseen una profunda carga simbólica.

Es sabido que para Rodin era bastante secundario identificar los temas en sus obras. Casi siempre aparecían después de varias lecturas e incluso después de las aportaciones de los amigos del escultor que ayudaban a completar o a definir los temas de sus piezas.

Las cuatro obras de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza presentan un tratamiento técnico y forma similar, en todas Rodin ha dejado ver su preferencia por un acabado non finito en el que contrasta el bloque aún sin desbastar con el sutil acabado de las figuras.

Finalmente todas parecen coincidir en poner de manifiesto la propia creación artística, todas ellas están imbuidas por el espíritu creador del artista, nos hablan de inspiración, del acto creador, del sufrimiento del artista, de la vida y de la muerte.

5.- OBRAS:


Encargo de 1905

Cristo y la Magdalena, c. 1905

  1. Paños en las piernas de la Magdalena.
    En este detalle se puede ver el contraste entre el trabajo sutil de los paños y la figura y las rocas en las que el mármol está prácticamente sin desbastar.

  2. Firma del artista.
    A petición de August Thyssen el secretario de Rodin, Rainer Maria Rilke le envío una descripción de las tres obras que formaban parte del primer encargo. Rilke describió así la pieza:
    "Cristo, con su gesto de crucificado, extendiendo sus brazos como un indicador en la encrucijada de todos los dolores, muere abrumado bajo el peso de su suerte que, como esta piedra (cruz pesada y petrificada), se acumula sobre él. Es precisamente esta mujer que perfumaba sus pies infatigables quien se ha acercado, ahora que la pasión ya se ha consumado, para perfumar con la ternura tardía y vana de sus carnes este cuerpo exagüe y abandonado. En un acceso de desesperación, ella se arrojaba de rodillas delante de él, sosteniendo con su brazo izquierdo la cabeza martirizada cuya expresión no podía soportar. Y mientras este rostro, semejante a un objeto flotante, nada sobre su brazo tembloroso, la mujer curvada hacia la derecha, tal una llama atormentada por el viento, trata de envolver, de ocultar, el indecible suplicio de este cuerpo tan amado. Ella le perfuma con su movimiento triste y evocador y despliega con un gesto lleno de desesperación su cabellera para enterrar con él el corazón martirizado de Cristo.
    El contraste entre los dos cuerpos, fuertemente impuesto por el mármol, produce a primer golpe de vista la impresión de tristeza sin límite que expande este tema.".

  3. Rostro de Cristo.
    La asociación del tema de Cristo y el hombre de genio ignorado por sus contemporáneos era común entre los artistas de la generación romántica. Durante la década de 1890 Rodin atraviesa una etapa difícil, tanto en su trayectoria profesional como en su vida sentimental, que le hace identificarse con este ser sufriente y torturado, y establecer una relación especial con la escultura, lo que explica tal vez que nunca se expusiera en vida del artista.

  4. Torso de la Magdalena ciñéndose sobre el cuerpo de Cristo.
    La figura de la Magdalena está tomada de una figura de La Puerta del Infierno llamada La Meditación, aunque Rodin modificó las piernas añadiendo unos paños que las ocultan y los brazos, ensamblando uno en la cruz y el otro prácticamente oculto con la cabellera. Si La Meditación era una imagen del pensamiento, esta figura aferrada al cuerpo de Cristo es un símbolo de amor y desesperación.

La muerte de Atenas (Lamentación sobre la Acrópolis), 1904-1906.

  1. Capitel jónico.
    Esta obra refleja el interés y la admiración que el escultor tenía por la cultura clásica. Rodin dedicó textos a la antigüedad y coleccionaba fragmentos de esculturas y cerámicas.

  2. Capitel, pierna y rostro de Atenas
    Es una ensambladura de dos figuras, una de ellas aparece dormida con el cuerpo describiendo una ondulación que nos remite a las colinas de la Acrópolis, y debajo una figura masculina que simboliza a Atenas.

  3. Rostro y torso
    A petición de August Thyssen el secretario de Rodin, Rainer Maria Rilke, le envió una descripción de las tres obras que formaban parte del primer encargo. De esta pieza escribió Rilke:
    "La ciudad de Atenas, que vivía antaño como una bella mujer que atraía a causa de su belleza gloriosa las miradas atentas del mundo, ha dejado de existir. Su cuerpo, que subía de pie como la Acrópolis, ahora está tendido y no forma más que una montaña cuyos contornos acariciados por la luz vibran en líneas quejumbrosas y tristes. Del mismo modo duerme profundamente la dulce figura que reverdece recuerdos lejanos, posada su mano derecha o con el brazo izquierdo perdido en su cabellera extendida. De su cuerpo y de su sueño conserva un pasado luminoso: los restos divinos de estatuas adoradas, pies de héroes, senos de diosas, cabezas de efebos y la flora de los capiteles donde la savia feliz todavía circula.
    Y desde el pie de esta montaña una multitud de jóvenes flores sube como si buscase las desaparecidas hermanas de antaño.
    Este mármol, ejecutado mediante un modelado que muestra los más sutiles matices, exhala una atmósfera de noche que cae, infinitamente triste, en su dulzura de luna".


Encargo de 1908

El nacimiento de Venus (La Aurora), 1906-1907.

  1. Figura arrodillada.
    Esta pieza está formada por el ensamblaje de dos figuras ya existentes y que Rodin había utilizado con otro significado. En concreto esta figura arrodillada parte de La Esfinge de los años 1890, pero aquí está de espaldas, inclinada hacia atrás y arrodillada delante de Venus.

  2. Figura de Venus.
    Venus procede de un torso del que existen varios ejemplares, un torso sin cabeza y sin brazos que aquí ha sido completado con los del Hombre de rodillas del grupo Fugit Amor. Quizás por eso nos pueda sorprender el carácter masculino del rostro de Venus.

  3. Firma.
    Antes de que August Thyssen le encargara este mármol, Rodin ya había empezado a trabajar en el conjunto. La pieza está hecha en 1906, dos años después A. Thyssen realiza el encargo y en 1909 estaba terminado.

  4. Detalle con luz
    "El estudio de estas dos mujeres, una de las cuales está de rodillas, todavía, y ha sido representada en la materia bruta, mientras que la otra eleva los brazos por encima de la cabeza con un movimiento poseído por la gracia infinita, sirve maravillosamente al maestro para expresar lo que quiere demostrar (...): - Ve usted, la escultura no está hecha para ser colocada contra una pared a la manera de un bajorrelieve; hace falta que se pueda circular a su alrededor contemplando todos los aspectos; es preciso que una estatua se bañe de luz, participe de la vida que la rodea. Soy consciente de que esta es una prueba peligrosa; sólo las obras que la superan satisfacen las exigencias de la belleza. Fijaos por ejemplo en un Tanangra, continúa siendo grande cualquier sea el lugar por el que se lo presente".

    En esta descripción destaca la importancia que Rodin concedía a la luz. Texto de Jean Morgan publicado en Le Gaulois 21 de enero de 1909.

El sueño (El beso del ángel).

  1. Figura dormida
    De nuevo vemos que el grupo está formado por el ensamblaje de dos figuras ya existentes. La figura de la muchacha dormida está tomada de El Dolor Nº 1 de La Puerta del Infierno, aunque ha cambiado de posición. La figura de El Dolor está arrodillada y con la cabeza acurrucada sobre los brazos cruzados y los pies no se ven porque están atrapados en el bloque de mármol, aquí, la figura está recostada con la cabeza oculta entre los brazos y los pies hacia arriba.
  2. El Ángel
    Esta figura procede de una mujer recostada, con el cuerpo arqueado y con las manos apoyadas en la cadera, que había formado parte de El beso del fantasma a la muchacha.
    Ahora la figura ha sido girada y aprovechada su posición arqueada para dar la sensación de que llega volando y se acerca suavemente a la mujer dormida, se posa levemente sobre sus pies y se acerca a su rostro. Sobre la figura del ángel aparecen las alas replegadas para no hacer ruido.

  3. Rostros y alas
    Esta obra fue realizada con anterioridad al encargo de A. Thyssen y durante uno de sus viajes a París debió verla en el taller de Rodin y manifestar su deseo de comprarla.

  4. Alas y torso del ángel
    Hay varios textos de la época que coinciden en dar una interpretación a esta pieza que la relaciona con la muerte, y por tanto podría haber sido concebida como un monumento funerario.

    "¡ El ala nívea de un gran cisne desciende sobre la fatigada ensoñación de una mujer que parece escuchar cómo suben desde el suelo las armonías de la tierra! ¡ Y es El Sueño!. Es un proyecto de monumento funerario", escribe Gustave Kahn en 1906.
    "Es un tema repetido machaconamente hasta la saciedad, pero aquí renace en su verdadera belleza (...) Una mujer dormita cubriéndose el rostro con sus brazos al tiempo que muestra sus largos cabellos. Simultáneamente, un genio planea suavemente por encima de ella, la rodea con el círculo de su bello cuerpo como una niebla matutina enlaza la montaña. Es El Sueño- dice Rodin (...); visita a la mujer y con su mano retiene sus alas para no hacer ruido".



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