La perspectiva es el recurso que a partir del Renacimiento sirve para traducir las tres dimensiones del espacio real a las dos dimensiones del plano pictórico. Sin embargo, a partir del siglo XIX los pintores rompen con la perspectiva tradicional y se centran en la luz y el movimiento como elementos a partir de los cuales construir el espacio. A finales de este siglo, la representación espacial comienza a realizarse a través de la luz y del color, hasta llegar al Cubismo, que supone una revolución, al presentar varias vistas formando parte de la misma composición teniendo en cuenta el movimiento del observador. |