Maestros modernos. E.S.O. Más.

Qué has visto

Con esta selección de cuadros hemos querido ofrecerte una visión general de la pintura contemporánea, desde finales del siglo XIX hasta el segundo tercio del siglo XX, con ejemplos de algunos de los movimientos artísticos más representativos de nuestro siglo.

En las cuatro primeras obras se puede intuir el origen del arte contemporáneo: muestras del impresionismo y del postimpresionismo, movimientos que influirán decisivamente en el desarrollo del arte occidental del siglo XX.

Los ocho cuadros restantes son ya obras del siglo XX. Entre ellos hay representantes del fauvismo, expresionismo, cubismo, surrealismo, abstracción y pop art. Con estos ejemplos te habrás podido dar cuenta de la extraordinaria revolución de los conceptos pictóricos que se produjo en los primeros años de este siglo.

Lo que has visto es una pequeña muestra de una idea que revolucionó la manera de entender el arte: la obra tiene valor por sí misma, por lo que el artista pueda expresar a través de ella; ya no tiene porqué ser una copia fiel de la realidad.

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Dónde has estado

La cuestión, en principio, parece obvia, pero lo que queremos es que conozcas un poco mejor cómo funciona un museo y que sepas algo más del Museo Thyssen-Bornemisza.

El museo que habéis visitado es una pinacoteca, y su primera intención es la de exponer obras de arte para que sean contempladas por los visitantes. Si nos quedáramos con esta definición, tendríamos una idea demasiado simple de lo que es un museo. En el siglo pasado los museos se plantearon como un lugar de instrucción, como un espacio dedicado, básicamente, a la enseñanza y al aprendizaje con un marcado propósito de entretenimiento. Actualmente, la idea de museo parece reducirse al lugar en el que poder disfrutar de la contemplación de obras de arte; pero no es sólo eso. Además de la exposición de obras de arte, los museos se encargan también de la conservación y restauración de esas obras. Otro aspecto importante es la labor de difusión de obras que se encuentran en otros museos; existe una intensa actividad de intercambio para la organización de exposiciones temporales, que ofrecen la posibilidad de admirar obras que generalmente están alejadas o para poder reunir cuadros de un mismo artista.

En el Museo Thyssen-Bornemisza, que tiene su origen en una de las colecciones particulares de arte más importantes del mundo, se pueden contemplar obras representativas de los grandes períodos y estilos de la historia del arte; hay cuadros que tienen más de seiscientos años junto a otros que no cumplen los treinta. Aquí nos podemos hacer una idea de las transformaciones que se han ido produciendo en el arte de la pintura. Por otro lado, el Museo Thyssen pretende ser un espacio abierto para la difusión de obras al margen de sus fondos; por ello mantiene acuerdos e intercambios de cuadros con otros museos para la organización de exposiciones temporales.

El museo, en fin, debería ser un lugar agradable de visitar, un espacio al que acudir cuando te apetezca y en el que tú debes ser protagonista activo. El museo no tiene porqué ser algo que se tenga que ver de una sola vez, está ahí para que vengas las veces que quieras a ver unos cuantos cuadros (como los que aquí te hemos propuesto) y volver otro día para ver más, o para comparar los que ya conoces con otras obras que no hayas visto. A un museo hay que ir a disfrutar, nunca a aburrirse.