CANAL, Giovanni Antonio, llamado «Canaletto» (Venecia, 1697 - Venecia, 1768)
Hijo de Bernardo Canal, pintor de escenografías teatrales, Giovanni Antonio nace en Venecia en 1697. En 1719 viaja a Roma junto con su padre y en 1720 regresa a Venecia, tal como revela la inscripción de su nombre en el gremio de pintores de aquella ciudad. Su formación se inspiró, probablemente, en Marco Ricci para el género de los «caprichos» y en Carlevarijs para las vistas. Sus obras maestras juveniles (que pueden fecharse entre 1719 y 1724 por razones topográficas externas) fueron las cuatro vistas destinadas al príncipe de Liechtenstein, actualmente repartidas entre el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid y el Ca’ Rezzonico en Venecia. Los documentos sitúan en 1725-1726 el encargo de cuatro vistas por parte de Stefano Conti, mercader de Lucca, que fueron pintadas con colores oscuros y fuertes contrastes de luz, pero también con cierta libertad de estilo, y en 1726 los dos lienzos encargados por el irlandés Owen McSwiney con representaciones alegóricas y monumentos fúnebres de protagonistas famosos de la historia inglesa reciente. Estos dos últimos cuadros formaban parte de una serie de veinticuatro a repartir entre varios artistas, y Canaletto los pintó en colaboración con Cimaroli, Piazzetta y Pittoni (tal vez Canaletto se encargó de las arquitecturas falsas de las escenas). Los primeros contactos entre Canaletto y su principal cliente, sir Joseph Smith —que en 1744 fue nombrado cónsul británico en Venecia—, se remontan a 1728-1729. Las vistas del Gran Canal, grabadas en 1735 por Antonio Visentini, suelen situarse entre 1729 y 1734. En esta serie, el artista muestra por vez primera su precisión analítica, junto con una paleta más clara.
Entre sus muchas obras maestras destacan La iglesia de la Carità desde el taller de mármoles de San Vidal (Londres, National Gallery), un lienzo oscuro, pero incomparablemente herido por la luz, y la La ría de San Marco (Museum of Fine Arts de Boston), con su amplia y espectacular perspectiva (claro legado de su formación escenográfica). En 1740-1741 el pintor realizó un viaje por el río Brenta que le inspiró dibujos y pinturas en abundancia, pero en los años inmediatamente siguientes, a raíz de la crisis del mercado del arte que trajo consigo la Guerra de Sucesión austríaca, la gran mayoría de la producción de Canaletto está relacionada con el cónsul Smith. La serie de aguafuertes titulada Vistas tomadas de lugares reales e imaginarios, a él dedicada, es de 1744, así como las trece sobrepuertas que el mismo autor llamó «vedute ideate» (es decir, caprichos que representan edificios realmente existentes en un escenario inventado). En 1746, con unas cartas de recomendación de Smith, Canaletto se trasladó a Inglaterra, donde permaneció
—aunque con interrupciones— hasta 1756. Este viaje le permitió abrirse un nuevo mercado, pero su actividad ya estaba decayendo. Entre las numerosas vistas de este período (El río Támesis con el puente de Westminster, Castillo de Warwick y otras), las mejores son, probablemente, las de la colección del duque de Richmond. Alrededor de 1754-1755 el pintor debió de exponer su obra en París, pero nada se sabe de su permanencia en Francia, puesto que no existen testimonios «topográficos». De regreso a Venecia, en 1760, Canaletto cayó en una irreversible involución de estilo. De 1763 es una vista de la Piazza di San Marco mirando al sur y al oeste, de una colección particular, con una atrevida perspectiva granangular. Ese mismo año, por fin, el pintor es elegido miembro de la Accademia di Pittura e Scultura; dos años después regala a esta institución el célebre Capricho con columnata. Todavía está por determinar la envergadura del taller de Canaletto, en el que debió formarse tal vez Marieschi y, seguramente, Francesco Guardi.
Roberto Contini
<< volver