PICASSO, Pablo (Málaga, 1881 - Mougins, 1973)
Pablo Ruiz Picasso nace en Málaga el 25 de octubre de 1881; muy de niño se inicia en el mundo del arte, recibiendo clases de su padre, profesor de la Escuela de Bellas Artes. Sus primeras obras, básicamente representaciones de gente marginada y personas corrientes, se caracterizan por un marcado naturalismo que se acentúa durante su estancia en Barcelona, ciudad a la que se traslada con su familia en 1895. En 1899 comienza a asistir a las tertulias del círculo artístico Els Quatre Gats, piedra angular del modernismo catalán; allí conoce a Carles Casagemas, cuya compañía estimula su desarrollo artístico y teórico. En 1900 Picasso viaja a París, donde se asentará permanentemente en 1904. Su primer afán por hallar una nueva fórmula artística se pone de manifiesto en sus experimentos que coinciden con el denominado período azul (1901-1904), época en la que vive entre Madrid y París, asimilando la lección de maestros tan perturbadores como El Greco. Cabe citar el cuadro La planchadora (1904, Nueva York, Solomon R. Guggenheim Museum) y la composición La vida (1903, Cleveland Museum of Art) como ejemplos destacados de su empeño en plasmar una nueva percepción del espacio, distorsionado y condensado, que suele representar mediante una paleta predominantemente azul. La asombrosa sobriedad que marca la producción picassiana de esa época se debe en cierta medida al dolor que le causa el suicidio de Casagemas en 1901. Desde 1904 hasta 1906 Picasso mantiene el aire solemne propio de su período azul pero poco a poco se va desprendiendo de su melancólica «grisalla» y ejecuta composiciones de tonos más claros, en las que introduce un cromatismo de color crema rosado. Con ello se inicia una nueva fase en su carrera artística, creando obras como Organillero y pequeño arlequín (1905, Zúrich, Kunsthaus), que forma parte de la serie de los Saltimbanquis. Por esa misma época Picasso integra su asimilación tanto de las aportaciones vanguardistas de Cézanne y de los fauves como de la observación del arte y la artesanía no occidentales. La combinación de estos elementos dispares da lugar a un repentino abandono de la percepción imaginada de lo real, en busca de formas simplificadas y en cierto modo agresivas procedentes de un espacio bidimensional. El Retrato de Gertrude Stein (1906, Nueva York, Metropolitan Museum of Art) y Las señoritas de Aviñón (1907, Nueva York, Museum of Modern Art) son las dos obras que señalan el punto crucial de la evolución del artista. En 1907 le presentan al marchante de arte Kahnweiler que, impresionando por sus atrevidos experimentos, apoya incondicionalmente la difusión de su obra y le garantiza unos ingresos regulares. Ese mismo año conoce también a Georges Braque, con el que, a partir de 1909, desarrolla el movimiento vanguardista cubista. El estilo de Picasso evoluciona desde una fase inicial que se conoce como Cubismo analítico (1907-1911) hasta un modo más elaborado que se denomina Cubismo sintético (1911-1914). Durante esos años experimenta a fondo con los valores tridimensionales de la pintura introduciendo materiales híbridos en la composición y generando nuevas formas artísticas que se definen como collages y papiers collés. A finales de la Primera Guerra Mundial, Picasso empieza a colaborar en los Ballets Rusos de Diaghilev, creando figurines y decorados para los mismos. Al mismo tiempo, imprime un nuevo giro a su estilo a partir de su interpretación personal de modelos arcaicos, junto con un retorno a la representación figurativa, que se suele definir como neoclasicismo. Durante las dos décadas siguientes Picasso vive una serie de metamorfosis artísticas, entre las que cabe citar una breve etapa surrealista (1925-1930), que se caracterizan por una renovada meditación sobre las formas primitivas, el erotismo y el simbolismo; como ejemplo de ello cabe citar el corpus de obras ejecutadas entre 1933 y 1935 que se agrupan bajo el tema de la Minotauromaquia. En 1930 el artista ya se ha instalado en el estudio de Boisgeloup, donde trabaja intensamente la escultura; en este sentido, véase la serie de Bustos de mujer y de las Bañistas. Los horrores de la Guerra Civil española lo sumen en una época de dolor que cristaliza en la realización del Guernica (1937, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía). En 1944 Picasso ya se ha afiliado al partido comunista; al mismo tiempo crea una serie de obras comprometidas desde el punto de vista político y bajo el signo de una narrativa de muerte. En 1955 adquiere la villa La Californie, cerca de Cannes, donde se dedica a ejecutar los encargos que le hacen diversas instituciones públicas, como por ejemplo el mural La caída de Ícaro (1958, París, UNESCO); además, sigue estudiando las obras de los grandes maestros de épocas anteriores, entre otras Las Meninas de Velázquez (1957) y el Almuerzo sobre la hierba de Manet (1959-1963). Pablo Picasso, que gozó en vida de una fama inigualada por ningún otro artista, tanto en Europa como en Estados Unidos, murió el 10 de abril de 1973 en Mougins. Su prolífica producción, que no tiene precedente en la historia del arte, abarca un amplio espectro de medios, entre los que cabe citar la pintura, la obra gráfica, la escultura y la cerámica.
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