PAUL SIGNAC Y LA PINTURA EN FRANCIA, BÉLGICA Y ESPAÑA EN TORNO A 1900
SIGNAC, Paul (París, 1863 - París, 1935)
Paimpol
1925
Acuarela y lápiz sobre papel, 27,6 x 43,8 cm
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
Desde 1910 aproximadamente, Signac dedica la parte más creativa y acertada de su obra a la acuarela; a partir de 1920, el artista, que es un observador apasionado, recorre Francia captando sus paisajes, con el cuaderno de acuarelista en la mano. En 1925, cuando pinta esta hoja, Signac ha adquirido ya un dominio total del arte de la acuarela, que practica casi a diario cuando no lo retiene en París la organización del Salon de la «Société des artistes indépendants». Con el paso de los años, ha perfeccionado un método que no evolucionará más y cuyos principios consignará en una monografía dedicada a Jongkind, a su vez gran acuarelista e igualmente «amigo de los barcos y del viento» . La acuarela que aquí se comenta encarna perfectamente estos principios. Signac preconiza la utilización de papel de grano liso que permite que la punta del pincel se deslice con libertad, y recomienda una rápida ejecución del dibujo a lápiz. Rechaza la superposición de tonalidades que elimina la pureza de los colores e insiste en la importancia del blanco del papel que ha de aparecer no sólo por transparencia, sino también entre las distintas pinceladas, para realzarlas.
Signac se plantea realizar de este modo las ilustraciones de Memorias de un turista de su querido Sten-dhal y, finalmente, tendrá ocasión de pintar la serie de los Puertos de Francia, su último gran proyecto, al que se dedicará desde 1929 hasta 1931.
Entre 1924 y 1932, pasa frecuentes temporadas en Bretaña, en Lézardrieux, donde ha alquilado una casa. De esta época datan los numerosos bocetos a acuarela de Paimpol y de Saint-Malo, lugares bastante próximos. Signac solía ir a Saint-Malo para admirar los famosos «Terre-Neuvas» que zarpaban del puerto bretón para ir a pescar bacalao a los bancos de Terranova, periplo largo y arriesgado que inspiró a Pierre Loti la famosa novela Pescador de Islandia. En cuanto a Paimpol, era el gran centro del que partía esta flota de altura. El artista estudia aquí dos goletas cuyos nombres ha anotado: «Saint Antoine» y «Berthe». Ésta última aparece con frecuencia en las vistas de Paimpol que pinta Signac por aquella época. Se trata de una goleta «a la antigua», construida en 1901 como embarcación de cabotaje por el armador Rivollan de Paimpol y que todavía navegaba en 1914. En cuanto a la «Saint Antoine», probablemente fuera una de las grandes goletas destinadas a la pesca del bacalao en Islandia. En lo alto de la colina que domina el puerto, Signac ha representado la torre del Kerroc’h, erigida en memoria de los que «perecieron en la mar».
Marina Ferretti
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