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GAUGUIN, LA PINTURA DE PONT-AVEN Y LOS NABIS
GAUGUIN, Paul (París, 1848 - Atuona, 1903)
Perros corriendo en el prado
1888
Óleo sobre lienzo, 92 x 72,5 cm

Colección Carmen Thyssen-Bornemisza

En 1888, Gauguin pasa una segunda temporada en Pont-Aven, entre enero y octubre, alojßndose en la pensi¾n de Marie-Jeanne Gloanec. Durante esa etapa, pinta una treintena de cuadros: paisajes que le inspiran Pont-Aven y sus alrededores. Se trata de escenas rurales en las que el artista plasma la actividad de los campesinos.

A principios de marzo, Gauguin le escribe a +mile Schuffenecker: ½A usted le gusta ParÝs; a mÝ me atrae el campo. Me gusta Breta±a. AllÝ encuentro lo salvaje, lo primitivo. Cuando mis zuecos resuenan sobre este suelo de granito, oigo el tono sordo, mate y potente que persigo en pintura+.

Gauguin pint¾ este cuadro en las inmediaciones de Pont-Aven, pues iba a todas partes a pie, por lo que siempre sus cuadros estßn ejecutados en un radio muy limitado.

La pradera es tÝpica de la zona, se extiende en medio de un paisaje ondulado, marcado por la presencia en el centro de un bosquete de olmos. Estos ßrboles se±alan la presencia de un curso de agua que en el cuadro no se ve: seguramente la escena se sit·a aguas arriba de Pont-Aven, donde el rÝo se estrecha para convertirse en un simple arroyo.

La casa que se ve al fondo a la derecha presenta dos chimeneas con aguil¾n, caracterÝsticas de las casas bretonas, pero la tercera chimenea, mucho mßs alta, es la de una fßbrica.

La pradera estß en flor, su aspecto es primaveral, y en primer tÚrmino la anima la presencia de dos perros, procedimiento habitual de Gauguin, muy aficionado a colocar alg·n perro en sus composiciones, ya fueran campos o playas, paisajes de Breta±a o de TahitÝ.

A la derecha, entre los perros del primer tÚrmino y la casa situada mßs atrßs, se distingue una silueta de mujer que se inclina sobre la vegetaci¾n como si estuviera recogiendo algo, y cuya cofia dibuja una mancha blanca en la hierba.

Este cuadro de factura impresionista recuerda a Monet: la pintura estß aplicada en finas capas mediante toques sutiles.

El lienzo fue ejecutado hacia mayo, antes de la visita de +mile Bernard en agosto, que supuso una revoluci¾n pict¾rica para ambos artistas. Emile Bernard pint¾ en aquellos meses Bretonas en la pradera y Gauguin le contest¾ con La visi¾n del serm¾n, ambas obras maestras del sintetismo.

AquÝ, la construcci¾n sigue siendo clßsica, con una perspectiva ascendente que guÝa la mirada hacia la lÝnea de los chopos, que prolongan a la izquierda el collado y a la derecha el edificio. Los colores son realistas y el tema campestre evoca todavÝa a Camille Pissarro, primer maestro de Gauguin; la carrera de los perros es totalmente secundaria, aunque la obra haya tomado su tÝtulo de ella.

Contrariamente a lo que ocurri¾ con muchos otros cuadros, ThÚo van Gogh consigui¾ vender Úste enseguida, en noviembre de 1888, a un coleccionista de ParÝs.

Catherine Puget



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