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Las cuatro esculturas que forman parte de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza fueron encargadas en 1905 directamente a Rodin por August Thyssen, abuelo del barón Hans Heinrich Thyssen, dando así inicio a una de las colecciones privadas más importantes del siglo XX.
En total, fueron siete las obras encargadas por August Thyssen a Rodin para decorar el castillo de Landsberg: La Muerte de Atenas, Cristo y la Magdalena, La muchacha que confía su secreto a Isis , El Nacimiento de Venus, El sueño, La Muerte de Alcestes y una Psique que August Thyssen encargó para su hijo.
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